Cierro este año 39 en un estado de anhelo,
seguro de sí.
Poseo
intelectualmente
la agilidad y la fuerza contenida del gato.
No he desvariado.
He vivido para crear.
En compensación
he temido mucho la muerte
y he sentido el horror del cuerpo
que puede traicionarme.
Ha sido el primer año digno de mi vida.
Poseo
intelectualmente
la agilidad y la fuerza contenida del gato.
No he desvariado.
He vivido para crear.
En compensación
he temido mucho la muerte
y he sentido el horror del cuerpo
que puede traicionarme.
Ha sido el primer año digno de mi vida.