Saturday, January 13, 2007

Pavesianas (III)

Torino

Terminé la noche en el café de la estación.
Todas las calles estaban vacías.

Aquí la niebla era el vapor de la máquina express,
y un olor más frío que venía de afuera.

Era olor del carbón y de los trenes.

Dios me gustaba en esa madrugada.
Todos dormían. También Linda.

¡Si hubiera tenido la guitarra!

1 comment:

Anonymous said...

Estos versos son frases que se entresacaron de la novela "El Compañero".